Antes de realizar un viaje, es muy importante que revisemos que no nos falte nada que podamos echar en falta durante el tiempo que estemos fuera. El buen funcionamiento de nuestro coche es una de esas cosas que no podemos obviar. Este aspecto es fundamental a la hora de preservar nuestra seguridad durante el viaje, por eso lo ideal es pasar por el taller para hacer una revisión.

Los fabricantes recomiendan pasar revisiones frecuentes al coche como método paliativo. De esta manera, se reduce la siniestralidad en un alto porcentaje, siempre que se cumplan dos premisas básicas: responsabilidad al volante y un correcto mantenimiento de nuestro coche.

La revisión en taller puede evitar un posible accidente

Según datos de la DGT, la edad media de los vehículos en España rozan los 12 años, edad muy superior a la recomendada. Por eso, debemos revisar con frecuencia los elementos importantes de nuestro coche para evitar averías producidas por desgaste o rotura. Los mecánicos comprueban exhaustivamente cada elemento fundamental para comprobar que todo funciona con normalidad y que no hay piezas dañadas.

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es el método que usan muchos conductores para comprobar si su vehículo cuentan con las garantías suficientes para circular. Sin embargo, una suspensión en la ITV supondría mayor coste que una revisión inicial. Por eso, recomendamos pasar un examen técnico previo para evitar contratiempos y averías en nuestro coche.

revisión

Las zonas más importantes de nuestro coche

En nuestro vehículo prácticamente todos los sistemas y mecanismos son importantes para su buen funcionamiento. Sin embargo, existen tres piezas claves que afectan de manera decisiva en la seguridad de nuestro coche. Los neumáticos, los frenos y las amortiguaciones son objeto frecuente de averías que tienen mucha repercusión en una conducción segura.

En el caso de los amortiguadores, es un recurso fundamental a la hora de controlar la suspensión del coche. Un fallo en este dispositivo puede provocar que el control en las curvas sea mucho más complicado, aumente la distancia de frenado de nuestro coche y se adhiera con menor seguridad a la calzada. Esto supone un déficit de seguridad importante. Por eso, es recomendable revisarlos cada 20.000 kilómetros y cambiarlos entre los 65.000 y 90.000 kilómetros.

Los frenos tienen una trascendencia fundamental en la fiabilidad de nuestro coche. La eficacia del mecanismo de frenado en caso de emergencia tiene una gran diferencia entre un simple susto o un posible impacto. Según nuestros mecánicos, lo ideal es cambiar las pastillas de frenos a los 60.000 km aproximadamente, mientras que los discos deberían ser reemplazados a los 80.000 km. Por su parte, el líquido de frenos debe ser renovado cada dos años.

revisión

En último lugar, los neumáticos son especialmente importantes en el agarre del vehículo en carretera. Si se encuentran muy desgastados, pueden llegar a perder hasta un 80% de adherencia en mojado, aumentando el riesgo de accidente exponencialmente. Además, una mala presión del mismo puede provocar un reventón o un excesivo consumo de combustible. Debemos considerar cambiar los neumáticos cuando la profundidad del dibujo sea menor a 3 milímetros.

Si estás interesado en un Mercedes-Benz nuevo aquí puedes ver todos los modelos.

Si prefieres un Mercedes ocasión, te ofrecemos los mejores precios.