El verano ha llegado. Y con él, miles de coches se agolpan para galopar las carreteras españolas. Los destinos vacacionales nos esperan y los motores del Mercedes Clase GLA rugen ansiosos por perseguirlos. Pero ¿qué nos aconseja la DGT para la operación salida del verano?
Con el comienzo del periodo estival no solo hay mayor número de desplazamientos. Pues además, la congestión del tráfico coincide con trayectos más largos y la conducción nocturna.
Durante los fines de semana del verano, se prevé un aumento de tráfico por los principales itinerarios. Principalmente en carreteras nacionales, autopistas y autovías que van hacia las zonas costeras. Así, aprovechamos para viajar hasta la segunda residencia y buscar un lugar de descanso en la playa.
Según la DGT, estos son los horarios que concentrarán mayor intensidad de tráfico en la operación salida del verano:
Viernes
El viernes se caracteriza por los desplazamientos en sentido salida de las grandes ciudades. Las principales vías de comunicación hacia las zonas turísticas de costa estarán en horario desfavorable entre las 16 y 22 horas.
Sábado
El tráfico en sentido salida, proveniente de los grandes núcleos urbanos, podrá generar conflictividad en carretera. Así, los accesos a costa, playas y zonas de segunda residencia presentarán intensidad en circulación. A su vez, tendrás que tener en cuenta el tráfico de las vías que van hacia lugares de ocio cercanos a la ciudad. El horario de mayor intensidad se dará entre las 9 y 13 horas.
Domingo
Por la mañana seguirán siendo conflictivos los accesos a localidades costeras. En cambio, a última hora de la tarde se producirá el retorno en ciudad. El horario desfavorable se situará entre las 19 y las 24 horas, pudiéndose prolongar hasta la madrugada.
Por otro lado, las previsiones meteorológicas ofrecidas por AEMET auguran un buen pronóstico en carretera dado que las zonas de costa peninsulares aparecen sin aviso.
Asimismo, la Dirección General de Tráfico recomienda mantener la distancia de seguridad en todo momento. Esto se traduce en una conducción que deje tres segundos de distancia para prevenir accidentes. Si un vehículo circula a 120 kilómetros por hora, en tres segundos recorrerá algo más de 100 metros. Este recorrido equivaldría a la longitud de un campo de fútbol. Por tanto, esa ha de ser la referencia para calcular la distancia de seguridad necesaria.
