Cómo superar el miedo a conducir
El miedo a conducir es uno de los problemas más habituales con los que el conductor español se encuentra. De hecho, afecta a más del 33% de aquellos que toman el volante, según un informe del Instituto Mapfre de Seguridad Vial, de los que un 64% son mujeres. Pero, ¿qué es exactamente la amaxofobia? ¿Quién la sufre? Y lo que es más importante: ¿es posible superar el miedo a conducir? ¿Podemos volver a disfrutar de una conducción segura?
En Sevilla, la autoescuela America Palace, trabaja desde 2005 con psicólogos colegiados para tratar el miedo a conducir en el Centro Psicológico Menéndez Pelayo 23. Mª Teresa Bellido, profesora y psicóloga del centro, junto al formador Juan Bautista Pérez, de la Autoescuela Ordás, nos explican las claves para entender la amaxofobia.
¿Qué es el miedo a conducir?
Según Bellido , “la amaxofobia es el temor patológico a conducir un vehículo o a viajar en él. Es un trastorno que se cataloga dentro de los trastornos por ansiedad y, como tales, no tiene una sola causa”.
“El miedo es un mecanismo psicológico adaptativo necesario para la supervivencia, el problema surge cuando este mecanismo no está bien ‘ajustado’. Nos asustamos por cosas que no deberían asustarnos.El miedo a conducir es el resultado del cómo interpretamos las situaciones y cómo valoramos nuestra capacidad y habilidad para solucionarlas”, aclara Pérez.
¿Por qué se produce el miedo a conducir?
Existe un mito acerca de los orígenes de la amaxofobia que la vincula con las víctimas o testigos de accidentes de tráfico. En cambio, el miedo a conducir puede surgir por varios factores. Algunos tan sencillos como el hecho de que no te guste conducir. Puede que te hayas acostumbrado al uso del transporte público y hayas perdido práctica al volante. O sencillamente, que con el paso de los años los niveles de preocupación y temor suelen incrementarse.
¿Quién sufre el miedo a conducir?
“Según los estudios realizados sobre dicho trastorno, nos encontraríamos con tres grupos distintos de conductores. Personas que sufren ansiedad por sus características de personalidad que favorece la aparición de dichos trastornos, como por ejemplo: personas excesivamente responsables, controladoras , perfeccionistas, etc. Personas que sufren estrés post-traumático por haber sufrido o visionado algún accidente de tráfico. Y aquellas que carecen de determinados conocimientos sobre técnicas de conducción, lo que ocasiona distintas situaciones en las que se ven con escasez de recursos para salir airosos de ellas”, expone Bellido.
Aunque puede afectar a cualquier persona existe un perfil recurrente afectado por la amaxofobia, de acuerdo con el informe del Instituto Mapfre de Seguridad Vial: los mayores de 40 años y, mayoritariamente, mujeres. Sin embargo, el encorsetamiento de una educación machista hace que muchos hombres repriman este miedo. Comúnmente la masculinidad y el rol de género están íntimamente ligados a la conducción: “muchos hombres pueden no expresar que la padecen porque está socialmente menos aceptado que a un hombre le de miedo conducir. Asimismo, la amaxofobia no tiene edad. Incluso los niños pueden verse afectados por ella (miedo a ir en coche)”, aclara Bellido.
“No solo está relacionado con el trauma posterior a un accidente/incidente, hay personas que no han tenido accidente, o ni siquiera conducen y se ven afectadas por este problema”, matiza Pérez.
Sin embargo, con independencia de su género y su edad, todos los conductores que la sufren se van poniendo excusas para evitar conducir hasta que se les olvida.
Bellido enumera los síntomas más habituales que caracterizan a esta fobia:
- Ansiedad generalizada y nerviosismo.
- Taquicardias y palpitaciones.
- Nervios en el estómago.
- Sudoración en las manos.
- Vértigo.
- Temblor en extremidades.
- Dolores musculares y de cervicales.
- Hiperventilación (falta de aire).
¿Cómo se supera la amaxofobia?
El miedo a conducir se trata y tiene solución. El proceso de tratamiento de la amaxofobia opera en tres niveles. La identificación del problema en cada persona para ver cuál es su desarrollo y en qué medida le afecta. Ejercitar técnicas que permiten dominar el miedo. Y una programación psicológica que retome la conducción gradualmente . Desde la Autoescuela Ordás afirman que “el primer paso es una entrevista personal y en función del problema, actuaremos. Nosotros somos formadores, cuando es necesario nos apoyamos en psicólogos y en tecnología como la realidad virtual“.
El Centro Psicológico Menéndez Pelayo 23 sostiene que “no hay casos complicados, solo más alargados en el tiempo. Hay que tener claro que queremos ser nosotros los que manejemos nuestra vida y no nuestro miedo“.
Algunos organismos como el Comisariado Europeo del Automóvil o la DGT organizan talleres para tratar el miedo a conducir con la ayuda de profesionales que les guían hasta volver a conducir con tranquilidad. Sin duda, buscar el asesoramiento de los profesionales de la psicología en centros especializados como el Centro Psicológico Menéndez Pelayo 23, favorecerá una conducción segura y, sobre todo, sana.
Si quieres seguir mejorando tu conducción no te pierdas los consejos de la serie de artículos Cómo conducir como un profesional.