Consejos para conducir sobre nieve

En invierno, en zonas muy concretas del país, las nevadas son frecuentes y la nieve es parte permanente del paisaje durante meses. Esto significa que conducir con nieve será algo habitual y saber cómo hacerlo, algo obligatorio. Con estos consejos para conducir sobre nieve, aprenderás todo lo necesario para que tus viajes sean seguros.

Si tu coche no cuenta con tracción a las cuatro ruedas, como este Mercedes GLE 300 d, no pasa nada. Existen una serie de consejos para conducir con nieve que te permitirán enfrentarte a la climatología más inesperada. No olvides realizar el mantenimiento del coche en invierno, para asegurarte de que todo está en perfecto estado y que no sufrirás una avería en una situación adversa.

Cómo conducir con nieve y hielo

Para conducir con hielo y nieve de forma segura es importante seguir una serie de pasos, ser previsor y adelantarte a cualquier acontecimiento. El hielo y la nieve alteran la respuesta del vehículo, por lo que deberás modificar tus acciones al volante para contrarrestar este efecto. Y, sobre todo, aprende a cómo poner las cadenas de nieve en el coche, o apuesta por unos buenos neumáticos de invierno que te acompañen durante los meses de más frío.

Mantener la calma, adelantarte a las circunstancias o ser consciente de los riesgos de la conducción con nieve o hielo son aspectos clave que te permitirán aumentar la seguridad y tener el control de la situación. Por ese motivo, una vez salgas a la carretera, ten en cuenta los siguientes consejos:

Suavidad con el acelerador

Es importante que, para conducir con hielo y nieve, seamos extremadamente delicados con el acelerador. Los cambios de velocidad bruscos pueden provocar pérdidas de tracción, con el consiguiente desafío que ello supone para la conducción. También es aconsejable mantener una velocidad baja y constante en la medida de lo posible. Esto permitirá detener el vehículo ante cualquier imprevisto, aminorar la marcha con suavidad y anticiparnos a cualquier cambio que pueda surgir en la carretera.

Conducir con nieve: ¿marchas cortas o largas?

Entre los consejos para conducir sobre nieve también se encuentra el de elegir la marcha más apropiada. Con nieve y hielo, el agarre del coche en la carretera es muy reducido y cualquier reacción brusca puede provocar una pérdida de control. Para evitar este efecto debes circular siempre con marchas largas, con el motor a bajas revoluciones y a una velocidad constante. De este modo, el vehículo es menos brusco y sensible a las variaciones que se puedan producir en el acelerador.

Aumenta la distancia de seguridad

Para conducir con nieve de forma eficaz y teniendo siempre el control de la situación es clave aumentar la distancia de seguridad. Esta técnica es aplicable también en situaciones de lluvia o niebla densa, ya que nos ofrece más tiempo para poder reaccionar ante una situación de peligro y más distancia para frenar o incluso detener el vehículo. Aumentar la distancia de seguridad incrementa la precaución al volante y nos ofrece una mejor visión de lo que está sucediendo delante, con tiempo suficiente para reaccionar y mantener la situación bajo control con garantía.

Precaución con los frenos

Tanto el pedal del acelerador como el del freno deben ser tratados con suavidad cuando se conduce sobre nieve o hielo. Todos los coches cuentan con el sistema antibloqueo de frenos (ABS), que ayuda a evitar que las ruedas se bloqueen durante la frenada. Sin embargo, aunque esta tecnología es de ayuda en el día a día, pierde efectividad al conducir con nieve.

Por ese motivo, es importante frenar con suavidad, evitando pisar el pedal con demasiada fuerza o de forma repentina. Si frenas con demasiada fuerza, puedes provocar que las ruedas se deslicen sobre el pavimento, aumentando la distancia de frenado y aumentando la probabilidad de sufrir un accidente. Frena con suavidad y de forma progresiva y, para acompañar a los frenos, puedes reducir de marcha (en un coche manual) y utilizar el freno motor como apoyo.

Las manos siempre en el volante

Mantén siempre las manos sobre el volante. La dirección del coche es tan importante como ser cuidadoso con el pedal del freno y el acelerador, o elegir la marcha más adecuada. Evita los golpes de dirección y la conducción agresiva, y reducirás las probabilidades de experimentar subviraje al conducir sobre nieve. Debes ser sutil y progresivo con el volante cuando realices curvas o giros, así no pondrás en riesgo la capacidad de agarre y tracción de los neumáticos.

Enciende las luces antiniebla

Tan importante es ver, como ser visto. Al conducir con nieve, especialmente si está nevando, debes indicar tu posición exacta a otros conductores. Lo más recomendable es encender las luces de cruce del vehículo. Si la visibilidad se reduce por debajo de los 100 metros, activa los faros antiniebla, especialmente los traseros, ya que tienen una mayor intensidad lumínica que los pilotos traseros en su luz de posición. Recuerda apagar estos faros cuando acabe la nevada.

Mantén la calma en todo momento

El último consejo para conducir sobre nieve es mantener la calma en todo momento. El hielo y la nieve son elementos adversos que alteran la conducción habitual de un vehículo. Nos exigirá aumentar la precaución y ser conscientes de que el comportamiento del vehículo puede ser errático. Esto provoca un aumento del estrés al volante y puede causar que perdamos la calma.

Si ocurre, respira hondo y trata de mantener una mentalidad positiva. Sigue todos los consejos que has podido leer en este artículo y tendrás un viaje seguro incluso en invierno, con bajas temperaturas, nieve e incluso hielo. También es importante que todos los componentes de tu Mercedes estén en buen estado, por lo que es recomendable realizar una revisión previa antes de realizar un viaje este invierno.

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