Descubre el Top 5 de coches clásicos Mercedes-Benz
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Los coches clásicos de Mercedes-Benz, son un reflejo de la elegancia y la relevancia de la marca estrella a lo largo de estos más de 100 años de automovilismo.
Si hay una marca que haya dejado huella en cada generación por su estilo y su personalidad en el diseño de coches, esa ha sido Mercedes-Benz, gracias a que siempre ha estado en la vanguardia de la tecnología y seguridad en sus vehículos.
A continuación, vamos a ver los principales protagonistas de nuestra marca desde sus inicios para darnos cuenta no solo de todo lo que hemos crecido, sino también de lo importante que hemos sido para la industria todos estos años.
El decano del automóvil
Carl Benz en su primer automóvil modelo I con patente de 1886, tomado en Munich en 1925.
El primer vehículo patentado fue nuestro Patent-Motorwagen, el 29 de enero de 1886. El vehículo tenía muchos inventos nuevos, como las ruedas con radios de acero y los neumáticos de caucho sólido, diseñados por el propio Benz.
La presentación inicial al público fue un recorrido de diez metros a lo largo de la Ringstraße de Mannheim (sede de la compañía de Karl Benz) llevado a cabo el 3 de julio de 1886, entre las miradas curiosas de los peatones que se acercaban al lugar.
Pero la persona que fue realmente decisiva para relanzanzar al decano de los coches fue Bertha Benz, cuando el 5 de agosto de 1888 le “robo” el automóvil a su marido y junto con sus dos hijos fue hasta la residencia de sus padres a más de 90 km antes de regresar a Mannheim.
A partir de ese día, se hizo famoso aquel aparato por todo el país, logrando ganar una notoriedad que resultó vital para toda la industria.
Nº 1 al volante
Mille Miglia 1931: el eventual ganador Rudolf Caracciola al comienzo en un Mercedes-Benz SSK. 12 de abril de 1931.
En los años 30 empiezan a ser bastante conocidas las carreras de coches, y entre los coches clásicos más infalibles de la época destacó el Mercedes SSK.
Este Mercedes-Benz fue un avanzado automóvil deportivo de carreras de peso reducido, que estaba equipado con un motor de 7.1 litros con una potencia de 176 kW (240 hp) y 221 kW (300 hp) con sobrealimentador. Además contaba con unos agujeros para ahorrar peso, perforados en varios componentes, que permitió a los ingenieros de diseño ahorrar 125 kilogramos.
Con estas características, el modelo casi centenario ya conseguía llegar a los 235 km/h en su última etapa evolutiva.
Con todas estas características, se consiguió llevar a Mercedes-Benz a lo más alto del mundo del motor en la temporada 1931, cuando el piloto alemán Rudolf Caracciola y su copiloto Wilhelm Sebastian, ganaron la prestigiosa carrera italiana Mille Miglia en un Mercedes-Benz SSKL (la “L” de ligero).
En 1931, Caracciola también ganó la Carrera Eifel y el primer Gran Premio de Alemania en AVUS a bordo de un Mercedes, lo que supuso un aumento considerable de las ventas de la marca, así como la conversión de Caracciola, en la nueva estrella de Mercedes.
Creando tendencia
Mercedes-Benz type 300 SL (serie W 194) Coupé de carreras de 1952. Un automóvil de este tipo ganó las 24 horas de Le Mans en 1952.
El Mercedes-Benz 300 SL “Alas de Gaviota” es uno de los coches clásicos más imponentes de Mercedes.
Después de ganar las 24 hs de Le Mans en 1952, llegó al mercado en 1954 (la versión de calle), pasando a considerarse como un referente en tecnología, que serviría de inspiración para los sucesivos modelos deportivos que vendrían.
En especial, llamaba la atención sus puertas en forma de alas de gaviota, que no eran una frivolidad en el diseño sino más bien una necesidad, ya que una puerta normal más pequeña complicaba el acceso.
Siempre inconformistas
Mercedes-Benz SL (serie R 129, 1989 a 2001), primera generación (1989-1995). Barra antivuelco automática como parte de un concepto integral de seguridad.
El SL R129 fue visto por primera vez en 1989 y levantó una enorme expectación, ya que el nuevo descapotable incorporaba nuevas prestaciones como una barra antivuelco que se desplegaba automáticamente al detectar que las 4 ruedas del vehículo estaban en el aire.
Además en 1992, llegó la versión más alta de la gama el 600 SL (renombrado como SL 600 en 1995), que contaba con un equipamiento superior de serie bastante completo al incluir asientos eléctricos de piel calefactados, control de crucero, doble airbag o suspensión neumática.
El descapotable veinteañero con más estilo
Mercedes-Benz mostró dos estudios de diseño en 1994, los cuales proporcionaron pistas sobre el automóvil deportivo SLK. El segundo vehículo se mostró en París y presentaba el distintivo techo de vario de acero que sería una característica estándar en la primera generación del SLK (serie de modelos 170, 1996 a 2004).
De todos los coches clásicos, llegamos al más moderno de finales de los 90 y primeros 2000, cuando llegó un Mercedes que revolucionó los modelos Cabrio con su capota de chapa (o de cristal) que ofrecía seguridad adicional ; el Mercedes-Benz SLK.
Teniendo como objetivo principal, la diversidad y atraer a los jóvenes, entró en producción la serie de modelos R 170 en 1996, llegando a producirse hasta principios de 2004, unos 311,222 vehículos en la fábrica de Bremen.
El R 170 también presumía no solo del diseño más aclamado, sino también de méritos especiales en el área de la seguridad, pasando todas las pruebas de caída de techo y vuelco con la parte superior abierta.